La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, o OCDE, informó el martes cómo la presentación de informes automáticos en 2019 ayudó a descubrir activos valorados en USD 11 billones en cuentas en el extranjero.

El resultado llegó cuando el Estándar Común de Reporte, o CRS, entró en su tercer año de operación desde su lanzamiento en 2017.

A diferencia de muchas iteraciones anteriores de las normas internacionales de información fiscal, el CRS les exige a los países que informen automáticamente de la actividad en las cuentas de ciudadanos extranjeros en sus respectivos países de origen. Esto resuelve los problemas derivados del intercambio de información basado en solicitudes, que exigía una sospecha activa y una investigación por parte del país de origen.

Esta medida cuenta con el apoyo de más de 100 países de todo el mundo, que tratan de reducir la evasión fiscal que permiten las cuentas bancarias en el extranjero y el arbitraje reglamentario. Cabe destacar que la norma fue adoptada en 2017 por destinos extraterritoriales populares como las Islas Caimán, Seychelles y muchos otros.

Desde la introducción del CRS en 2017, la cantidad de activos que fueron objeto de escrutinio aumentó casi diez veces de USD 1.2 billones. La OCDE explicó que el crecimiento se debe en gran medida a que más países se han incorporado al sistema, así como a un mayor alcance de la información comunicada.