Argumentaría que las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC) son una de las más importantes tendencias para el futuro del dinero y los pagos en la próxima década. Sin importar la perspectiva personal de cualquiera respecto a si son buenas o malas, la realidad es que el interés global no se irá para ningún lado.
Cuy Sheffield – Jefe de Cripto de Visa
Cuy Sheffield también comentó que «el camino que decidan los gobiernos respecto a las CBDC tendrá importantes implicaciones para la privacidad, la soberanía monetaria, la geopolítica y la inclusión financiera, así como para la adopción global de dólares criptográficos y Bitcoin.»
Indica también que «lo que solía ser un artículo ocasional de un analista en un banco central cada varios meses se ha convertido en un flujo constante de contenido de muchos expertos, académicos y organizaciones diferentes«. Considera que esto ha hecho más difícil mantenerse al día sobre la evolución de la materia.
En el hilo, el directivo de Visa comparte una serie de artículos, todos relacionados con las Monedas Digitales de Bancos Centrales. Los textos provienen de entidades del Estado Norteamericano, como la cámara baja y alta del Congreso. También de organismos multinacionales como el FMI y el BIS.
Sheffield es un miembro muy activo en la red social Twitter. Esta vía fue la que utilizó el mes de Febrero de este año, cuando invitó a todas aquellas carteras de criptomonedas interesadas en integrar las tarjetas Visa a sus plataformas a unirse al programa Fast Track Fintech, un programa de aceleración de empresas fintech.
Recientemente, Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), opinó que el sector privado no debería estar involucrado en las monedas digitales de bancos centrales. Esta consideración la hacía porque no creía que el público recibiría bien la idea.
En CriptoNoticias se ha hablado también acerca de las repercusiones que podría tener la emisión de este tipo de monedas digitales por parte de los gobiernos de múltiples países. Por ejemplo, las CBDC hacen prescindibles a los intermediarios financieros tales como los bancos privados, lo cual tiene profundas implicaciones para el sistema económico actual. Con todo, siendo los Bancos Centrales conservadores por naturaleza, es poco probable que asuman estrategias tan radicales.