Los accionistas de la Fintech alemana Wirecard están iniciando acciones legales contra EY, una de las "Big Four" (término en inglés que se utiliza para referirse a las firmas más importantes del mundo en el sector de la consultoría y auditoría) con respecto a las consecuencias del escándalo que ahora envuelve a la compañía.

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A principios de este mes, el auditor se negó a firmar el informe financiero 2019 de la Fintech después de descubrir la desaparición de 1.900 millones de euros (unos $2,100 millones) en sus libros contables.

Tras el descubrimiento de EY, las autoridades alemanas arrestaron al CEO de Wirecard (ahora ex-CEO), Markus Braun, quien había estado a cargo de la empresa por casi dos décadas.

Braun fue acusado de conspirar para inflar los activos de la compañía y falsificar más del 32% de los activos de Wirecard, $2,1 billones de los $6,5 billones reclamados.

Según CNBC el 26 de junio, EY afirmó que hay "claros indicios de que se trató de un fraude elaborado y sofisticado, en el que participaron múltiples implicados de todo el mundo en diferentes instituciones, con un claro y consciente objetivo de estafa".

El auditor defendió su posición, afirmando que "ni siquiera los procedimientos de auditoría más sólidos y amplios" podrían hacer descarrilar un "fraude colusorio" de esta naturaleza.

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La asociación alemana de accionistas, Schutzgemeinschaft der Kapitalanleger e. V. (SdK), presentó, sin embargo, una denuncia penal contra tres auditores de EY (dos actuales y uno anterior) por su supuesto papel en el escándalo contable.